Luchar para conseguir pero también para mantener.

Las personas cuando consiguen su objetivo,eso por lo que han estado luchando, lo olvidan. Dejan de luchar por ello. Como si pensaran que no va a desaparecer. Lo encierran en una cajita con llave y lo guardan en el fondo de un cajón. Hasta llegan a perder la llave. Están tan orgullosas de haberlo logrado que se sienten poderosas,tanto que terminan creyendo que aquello les pertenece,que es suyo,que hagan lo que hagan siempre estará ahí. Y por esta razón dejan de luchar. Se despreocupan de eso que antes tanto deseaban. No se dan cuenta de que lo están perdiendo,de que desaparecerá. En la mayoría de los casos para no regresar, desvaneciéndose en el tiempo. Dejando un vacío que solo este ocultará,ya que rara vez una herida es curada totalmente,siempre queda la cicatriz. Al principio es molesta y duele, pero el tiempo enseña a vivir con ella.